Hay mucha evidencia de que la industria automotriz está tan fijada en su pasado como en el futuro.
Volkswagen, la marca de carros dominante, no podÃa dejar atrás los 21 millones de Beetle vendidos (Escarabajos, como se le conoce en Latinoamérica), asà que 60 años después de la producción del primero de esos automóviles, comenzó a fabricar uno nuevo basado en su predecesor, llamado New Beetle (Nuevo Escarabajo).
Y las "nuevas" ideas de VW no paran ahÃ: al menos uno de sus vehÃculos completamente eléctricos será un tributo silencioso a su icónico Microbus.
La compañÃa italiana Fiat ha llevado las cosas a los extremos: consiguió tal éxito cuando en el 2007 reinventó su clásico 500, un carro de ciudad, que desde entonces ha inspirado a casi todos los vehÃculos de esa lÃnea, en lo que analistas de la industria consideran un peligroso caso de meter muchos huevos en una sola canasta.
La estrategia de Fiat gira ahora en torno al 500, que toma las claves del diseño del clásico auto de los años 50. La compañÃa italiana suele producir ediciones retro, como este Vintage 57.
Rediseñando viejas ideas
Algunas marcas han demostrado que sacudir el pasado puede ser refrescante y rentable.
El ADN de Land Rover existe en la Range Rover, pero ha sido un éxito porque tomó suficiente de su credibilidad en las carreteras más duras y lo exprimió en un deseable y ultramoderno carro todoterreno.
Lo mismo pasa con su firma hermana Jaguar, cuyos carros terminaron los años 90 pareciéndose mucho a sus parientes producidos a principios de los 70.
Obstáculo a la innovación
Normalmente, el departamento de mercadeo les entrega un informe con lo que quiere el público, se les dice que no se aparten de los "valores de la marca" y rasgos estilÃsticos que permitirán que los clientes que ya han ganado compren lo que viene y sigan con ellos.
La tecnologÃa automotriz se mueve muy rápido, pero mucho de lo que la rodea tiende a evolucionar de manera más lenta.
Y luego está el tema de la legislación sobre la seguridad, lo que ha forzado que las dimensiones de los autos se mantengan en un estricto conjunto de restricciones.
Finalmente, está la pieza más grande del legado que pueda dejar en términos de diseño. El trazado fundamental de los carros no ha cambiado en 100 años: dos sillas adelante, una ocupada por la persona que va al volante, que necesita ver al frente, al lado y por detrás.
Pero si para el año 2030 los vehÃculos autónomos nos permitirán dejar de usar el cerebro, más que simplemente dejar de usar las manos o los ojos, ¿por qué deberÃan los pasajeros poder mirar al frente? ¿Por qué tendrÃan que tener ventanas?
¿Puede la nueva tecnologÃa inspirar nuevos diseños?
El jefe de diseño de VW, Klaus Bischoff, es el responsable de la lenta evolución estilÃstica de carros como el Golf. Pero cree que la tecnologÃa autónoma y los sistemas de propulsión eléctricos pueden ser un factor tan liberador que puedan incluso detener el inexorable aumento de las ventas de todoterrenos.
"Tal vez las todoterreno comiencen a parecer viejas en cierto punto y la gente las señalará y dirá que son un dinosaurio", dice. "No lo vemos ahora, pero de verdad creo que veremos vehÃculos muy diferentes cuando lleguemos al Nivel Cinco, de completa autonomÃa (...) Es el paraÃso para los diseñadores, podemos mover las cosas, nos da mucha diversión".
Es allà donde veremos el verdadero desempeño de los diseñadores: aprovechando el momento en que sus jefes dejen de vender carros y comiencen a vender "soluciones de movilidad".
Mira por ejemplo el concepto del Cedric de VW "una caja futurista sobre ruedas" y del Mercedes F015 "un lujoso carro autónomo". O, de hecho, mira el Vision Next 100 de BMW, un vehÃculo que está muy lejos de hacerle un guiño a sus dÃas pasados de gloria (aunque todavÃa presenta la rejilla frontal caracterÃstica de la firma).
En algún punto del futuro lejano, claro, los fabricantes referenciarán estos carros. Pero mientras tanto, si tienen libertad de expresión, podemos estar en el centro de un periodo de creatividad sin precedentes.
Fuente CNN