En Chile se desechan unas 175.000 baterÃas vehiculares mensualmente. De ellas, el 80 se recicla, mientras las 35 mil unidades restantes se comercializan en mercados informales o derivan en fundiciones clandestinas.
?Es importante asegurarse de que la baterÃa que cada uno cambió vaya al lugar autorizado. Con acciones como ésta, podemos contribuir al desarrollo de una industria local del reciclaje, haciéndola cada vez m?s eficiente y competitiva?, señala Antonio Carracedo Diez, gerente comercial de Recimat, empresa especializada en reciclaje.
El ejecutivo agrega que ?con la entrada de nuevos actores al negocio del reciclaje de baterÃas, con mejores tecnologÃas y una logÃstica m?s eficiente, el 100 de estas baterÃas con compuestos peligrosos serÃan tratadas de manera adecuada, sin afectar a personas y al medio ambiente?.
Actualmente, Chile cuenta con capacidad de reciclar todo el volumen nacional de baterÃas en desuso existentes ?en condiciones seguras para personas y medio ambiente?, cumpliendo los est?ndares ambientales m?s altos de América Latina.
Las baterÃas son dispositivos que tardan alrededor de 1.000 años en degradarse. Por este motivo, hoy forman parte de la lista de productos prioritarios establecidos por la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP.
Conforme a esta normativa, las baterÃas son recolectadas, acopiadas y paletizadas, para luego ser sometidas a un tratamiento en el que se separan sus tres componentes: pl?stico (trasformado en pellet de polipropileno; ?cido sulfúrico (que se somete a un proceso de neutralización obteniendo yeso y agua de uso industrial y plomo fundido y transformado en lingotes, el cual se vende para la fabricación de nuevas baterÃas a paÃses como Estados Unidos, Brasil y a algunos de Europa, para luego reintegrarse al mercado.
De hecho, la responsabilidad de darle una ?nueva vida? a las baterÃas fuera de uso es una tarea que va desde el importador, pasando por el distribuidor y hasta el consumidor final, tal como ocurre con otros insumos, como los neum?ticos y aceites lubricantes.
Con un parque vehicular en constante crecimiento -según el INE, en 2018 podrÃa superar los 5,5 millones de unidades, sin considerar camiones ni buses-, el desafÃo es aún mayor, pues según estimaciones, cada automovilista cambia la baterÃa de su automóvil cada tres años.
Fuente: Recimat