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Industria automotriz: ¿cómo ‘acelerar’ y superar los desafíos de 2022?

Publicado 16 Mar 2022
Industria automotriz: ¿cómo ‘acelerar’ y superar los desafíos de 2022?


En el escenario actual, en el que el comercio internacional seguirá siendo impactado negativamente por las disrupciones globales, la inversión en tecnología y el cambio de enfoque para generar experiencias positivas a los consumidores serán fundamentales, a fin de que el sector se mantenga competitivo y mejore su panorama.

En entrevista con Alberto Torrijos, Socio Líder de la Industria Automotriz en Deloitte Spanish Latin America.

Durante los últimos dos años, el sector automotriz nacional no ha podido ‘acelerar’ tanto como ha querido. La pandemia y otros factores subsecuentes han sido algunos de los principales frenos que han impedido a las armadoras de autos seguir la tendencia de crecimiento que tenían.

En 2020, las ventas totales de vehículos ligeros, en el país, alcanzaron solo las 950 mil 63 unidades comercializadas, lo que convierte a ese periodo en el año de mayor afectación económica durante la pandemia. En 2021, se observó un ligero incremento, al venderse un millón 14 mil 680 automóviles; sin embargo, dicha cifra se mantuvo aún lejana a la registrado en 2019, cuando se vendieron un millón 317 mil 931 autos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Ahora, en los inicios de 2022, el panorama no parece muy alentador para la industria, ya que, las cifras más recientes del mismo Inegi muestran que las ventas de autos registradas en los dos primeros meses del año han sido las más bajas en una década: en enero se adquirieron 78 mil 585 unidades, representando una caída de 3.7%, en comparación con el mismo mes de 2021; y, en febrero, 79 mil 600 unidades, lo cual es un retroceso de 3.9% en contraste con el mismo mes del año pasado.

Los temas que han propiciado este bajo desempeño del sector y que seguramente seguirán incidiendo en sus resultados, al menos durante lo que resta del año son: 1) la volatilidad en el precio de algunos componentes –acero y aluminio, por ejemplo– o su escasez –como en el caso de los semiconductores–; 2) la fluctuación cambiaria por la inestabilidad de la economía mundial; 3) la reciente regularización de los autos usados provenientes del extranjero; 4) la baja demanda en los Estados Unidos; y 5) la caída en la producción de automóviles.

Ahora bien, no se puede decir que los impactos de estos factores han sido iguales para toda la población. La contingencia sanitaria, en sí misma, ha generado fenómenos contrastantes entre los distintos consumidores de automóviles. Si analizamos el más reciente Estudio Global del Consumidor Automotriz, de Deloitte, observaremos distintas tendencias de compra.

La edición 2022 del informe revela, por ejemplo, que el sector de la población de mayor edad (de 55 años o más), con una situación económica positiva, ha comenzado a mostrar una mayor intención de compra de vehículos para uso privado, a fin de reducir su riesgo de contagio y cuidar su salud.

Contrario a este caso, muchas otras personas que se han visto más afectadas financieramente a raíz de la pandemia se están preocupando más por el cuidado de su dinero y han decidido no adquirir un nuevo automóvil en estos momentos.

También hemos visto un punto medio, en el que muchos mexicanos, al percatarse de que no estaban usando su automóvil tanto como antes –debido a las restricciones de movilidad o a la posibilidad de realizar más actividades de forma remota–, decidieron postergar la compra de un vehículo nuevo hasta el momento en que se reactive su necesidad de transportarse a distintos puntos, algo que probablemente ocurrirá a partir del segundo trimestre de este año.

Si bien el entorno que afronta la industria automotriz nacional este año es sin duda desafiante, identificar los aspectos y dinámicas previamente mencionadas, y analizarlas con detenimiento, le permitirá prepararse mejor para la recuperación.
Las personas de 55 años o más, con una situación económica positiva, han comenzado a mostrar una mayor intención de compra de vehículos para uso privado.

Experiencias digitales positivas: lo que buscan los clientes

Hasta hace unos años, era frecuente que cuestiones como el número de sucursales y el diseño de su espacio físico fueran algunas de las prioridades de inversión de las empresas del sector automotriz. Ahora, sin embargo, ha surgido otra necesidad de inversión, que se ha vuelto cada vez más importante: las herramientas digitales.

De acuerdo con el más reciente Estudio Global del Consumidor Automotriz de Deloitte, entre los consumidores jóvenes existe un mayor deseo de utilizar esta clase de plataformas al momento de comprar un vehículo, ya que ofrecen una mejor experiencia, más rápida e informada. Es cierto que una parte de la población aún prefiere acudir a una agencia automotriz para adquirir su auto, pero en los siguientes 15 años veremos un cambio fundamental en los hábitos de consumo, que apuntará a la digitalización de los servicios en esta industria.

Por esta razón, será aconsejable que las marcas y los dealers que desean seguir moviendo su inventario de vehículos ligeros comiencen, desde ahora, a cambiar su enfoque de servicio y de inversiones hacia la mejora de la experiencia de los consumidores, por medio de herramientas digitales.

La inteligencia artificial, de análisis, de construcción de escenarios virtuales, de predicción de costos de calidad, etcétera, son tecnologías que algunas empresas ya están aprovechando para posicionarse mejor en el mercado. Esta situación, en la que un competidor toma la ‘delantera’ en la carrera, impulsará a las demás compañías a seguirlo, para no quedarse estancadas.

En el caso específico de las armadoras y de los proveedores, será fundamental que inviertan en el desarrollo de soluciones digitales que optimicen su cadena de suministro y sus procesos de manufactura, aumentando la visibilidad, la transparencia de la información y los datos generados en cada etapa de fabricación, con el objetivo de tomar decisiones mejor documentadas.

En conclusión, los tiempos están cambiando y, aunque la industria automotriz está atravesando por momentos complejos, es importante no quedarse estancada y hacer un esfuerzo por destinar tiempo y recursos para aprovechar las nuevas herramientas tecnológicas, y conocer las distintas preferencias de consumo por cada segmento poblacional. Lo anterior le permitirá generar estrategias que contribuyan a la recuperación del sector.

La IA, los escenarios virtuales, entre otras, son tecnologías que algunas empresas ya están aprovechando para posicionarse mejor en el mercado. 

Vehículos eléctricos e híbridos: un tema pendiente

En 2020, las ventas de vehículos eléctricos e híbridos, en México, representaban únicamente 2.6% (24 mil 405 unidades) del total; no obstante, en 2021, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), este número se incrementó a 47 mil 79 automóviles, lo cual equivalió a 4.6% del total de vehículos vendidos durante ese año.

Si bien esta cifra duplica a la del año anterior, el crecimiento aún es poco y revela un largo camino por recorrer, porque, de acuerdo con nuestro Estudio Global del Consumidor Automotriz 2022, la preferencia de los consumidores mexicanos por esta clase de vehículos (41%) es mucho mayor, comparada con los dos últimos años.

Pero ¿a qué se debe que este tipo de vehículos no termine de ‘arrancar’ en el país? Bajo nuestra óptica, consideramos que existen tres razones fundamentales:

Costo: aunque existe mucha oferta de vehículos híbridos y eléctricos, su costo sigue siendo elevado para gran parte de la población en México. En nuestro país, prácticamente 60% de los vehículos ligeros en circulación pertenece a las categorías más económicas, compactos y subcompactos, en las que solamente se venden unidades de combustión interna, mientras que los vehículos híbridos o eléctricos tienen un precio que va desde los 500 mil pesos hasta los 3.5 millones de pesos.

Incentivos: a pesar de que algunos consumidores ya consideran atractivo el ahorro del combustible, del pago de tenencia y de la verificación vehicular, aún es posible implementar mayores iniciativas dirigidas a la adquisición de estos automóviles, como mejores programas de financiamiento (leasing) e incentivos fiscales más permanentes que aseguren recompras futuras.

Infraestructura: finalmente, otro desafío que tendrán que superar estas unidades es la falta de infraestructura en el país para recargas eléctricas y mantenimiento. Aunque algunos de los fabricantes están ofreciendo ya el servicio de modificación eléctrica en los hogares, a fin de permitir el plug in de los vehículos eléctricos, ésta es una solución costosa y que aún no termina de consolidarse. Esta situación, aunada al hecho de que las estaciones de carga disponibles aún son insuficientes, en comparación con las que existen para los vehículos de combustión interna, pueden mermar, de manera significativa, la adquisición de estos automóviles.

Por ello, será muy importante que, en los próximos cinco y diez años, los sectores público y privado combinen esfuerzos para encontrar soluciones a cada uno de estos retos, con el objetivo de incentivar el despliegue acelerado de los vehículos eléctricos e híbridos en el mercado mexicano, sobre todo considerando la situación ambiental a la que, como sociedad, nos enfrentamos.

Estas acciones, sumadas a la inversión en herramientas digitales que mejoren la experiencia de compra de los clientes, serán dos pilares fundamentales de la recuperación de la industria automotriz, un sector clave para la economía del país.

Fuente: Deloitte

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