Aldo Cerda | ActionAbility Institute (Revista Capital)
La Asociación Gremial de Generadores Eléctricos contrató un estudio a la consultora Poch respecto a una actualización de los costos de abatimiento de emisiones de CO2 de distintas opciones de polÃtica pública (el estudio se encuentra disponible en generadoras.cl), donde destaca el hecho de que aunque las alternativas de mitigación del sector energÃa están ?a la derecha de la curva? (i.e., son de alto costo relativo), la masificación del transporte eléctrico ofrecerÃa un potencial de casi nueve millones de tonCO2 de mitigación acumulada a 2030 a costo negativo, lo que validarÃa la estrategia de electromovilidad que ha favorecido el gobierno (el estudio está disponible en www.minenergia.cl).
En el mismo documento del Ministerio de EnergÃa, se reconoce que ?los vehÃculos eléctricos son sustancialmente más eficientes que aquellos que usan combustibles fósiles, sin embargo, la inversión inicial no alcanza a ser compensada con el ahorro de combustible. A lo anterior se debe agregar (?) que la garantÃa que entregan los fabricantes a las baterÃas de los vehÃculos eléctricos (?) no permite asegurar un plazo equivalente al necesario para la amortización de un vehÃculo eléctrico, lo que aumenta la brecha de costo con los vehÃculos tradicionales?. Estas aseveraciones son compatibles con estudios internacionales de análisis de ciclo de vida, que demuestran que aún a la fecha, las emisiones ?de la cuna a la tumba? de un vehÃculo eléctrico son solo marginalmente diferentes de aquellas de vehÃculos de combustión interna.
Entonces, ¿cómo se explican los resultados del estudio de la referencia? Básicamente por dos razones: por una parte, las emisiones del proceso de elaboración de las baterÃas y del extra consumo de aluminio de los vehÃculos eléctricos no han quedado registradas en el análisis para Chile, sino en su paÃs de origen. Y dos, que no se ha imputado el extra costo marginal del aumento requerido en la generación eléctrica que la electromovilidad promueve (y que el mismo estudio estima en promedio en 35 US$/tCO2).
¿Significa esto que es erróneo promover dicha estrategia? No, pero lo importante es hacerlo por las razones correctas.
Una estrategia de electromovilidad permitirÃa reducir las emisiones locales (de material particulado y ruido, con evidentes beneficios para la población urbana), asà como promover el consumo de nuestros propios insumos de litio, cobalto y cobre que es propio de los vehÃculos eléctricos. Es en mérito de esas razones que debe justificarse dicha polÃtica.
Finalmente, no puede dejar de mencionarse que Chile puede aprovechar ya otras polÃticas probadas en transporte que ayuden a cumplir sus compromisos internacionales, como serÃa el establecimiento de estándares mÃnimos de eficiencia por tipo de vehÃculo.