Los locales de Buenos Aires reabrieron el 13 de mayo pasado, dÃas después de que comenzaran a hacerlo los de otras provincias del paÃs trasandino, pero los protocolos son estrictos.
Los concesionarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires comenzaron la reapertura de sus puntos de venta a partir del 13 de mayo pasado, tras el anuncio del Gobierno de la capital trasandina que pone en vigencia lo que llama "etapa 4 de la cuarentena", que permite a varios rubros volver a atender al público. Luego de permanecer 45 dÃas cerrados, los salones de ventas de autos ya habÃan retomado la actividad dÃas atrás en algunas provincias, como de Corrientes, Entre RÃos, Jujuy y San Luis.
Con una retracción que lleva algo más de dos años, el rubro automotor atraviesa el perÃodo más difÃcil desde la crisis de 2003: con 4.385 vehÃculos patentados, abril fue el mes con el volumen más bajo en 60 años de historia. Y para 2020 se estima, con optimismo, un volumen total de 290.000 ventas de cero kilómetro.
En ese contexto, y a pesar de la rápida implementación de plataformas online por parte de las automotrices para migrar las ventas al terreno digital, los concesionarios buscan reactivar la actividad en sus salones. Pero tal cual ocurrió en aquellas provincias donde ya están operando, en cada distrito que se vaya sumando deberán cumplir con un minucioso protocolo de atención, para proteger tanto al público como a los propios empleados.
El horario dispuesto por el gobierno bonaerense para este rubro es de 11 a 21 horas. Asà buscan evitar que los empleados de los nuevos rubros exceptuados no se crucen en las calles con los trabajadores de rubros esenciales que circulan en horarios comunes (de 8 a 17 o de 9 a 18).
El protocolo, además, abarca los siguientes puntos:
Ingreso al salón
Cada empleado deberá completar, a modo de declaración jurada, un formulario con su temperatura y algún sÃntoma relacionado con el covid-19. Aquellos que no presenten contraindicación (temperatura menor a 37,5°) podrán ingresar luego de pasar por una alfombra para limpieza de calzado, con hipoclorito de sodio 0,5%.
Por la misma limpieza de calzado deberán pasar los clientes, a quienes además se les deberá proveer de alcohol en gel. El uso de mascarilla, como en toda la ciudad, es obligatorio.
Todos los puestos de trabajo deberán respetar una distancia mÃnima de 1,5 metro, y cada colaborador tendrá que limpiar sus elementos (escritorio, asiento, teclado, etc) antes de comenzar con la actividad. Además, están prohibidas las reuniones presenciales.
A los talleres podrá asistir solamente el 50% del personal, organizado por equipos para alternarse durante los dÃas. Los clientes ya no podrán ingresar a las áreas de taller y preparación de vehÃculos.
Recibimiento y entrega de vehÃculos
El concesionario deberá demarcar una zona de descarga para los vehÃculos cero kilómetro, para que los estacione el transportista. Luego deberán desinfectarse antes de llevar al depósito.
Si la entrega de un cero kilómetro al cliente ocurre en el salón, el vehÃculo se dejará en un box especÃfico para esa tarea con las llaves puestas. Varias automotrices tienen previsto implementar la entrega a domicilio, para lo cual se solicita que el comprador disponga de un lugar para recibirlo. Las instrucciones sobre el vehÃculo, en ambos casos y si no están realizadas en un explicativo digital, tendrán que darse por un técnico o vendedor desde el lado del acompañante y desde el exterior del vehÃculo.
Todos los vehÃculos que entregue el concesionario, ya sean nuevos o aquellos que pasaron por el taller para la realización de algún servicio, deberán recibir un proceso de limpieza antes de entregarse. Cada marca ya tiene su propio protocolo de desinfección.
Las firmas
Tal como en Chile, varias automotrices ya implementaron las plataformas de e-commerce oficiales para concretar la venta de un vehÃculo 100% online. Lo único que se requiere en esos casos es que el comprador indique un concesionario para la entrega del auto y un solo acto presencial, la firma de documentos.
En esos casos se exige que el cliente lleve su propio lápiz, se les entregan al cliente los formularios en una bandeja y luego de firmarlos se archivan en carpetas especiales. El empleado usará guantes y desinfectará los elementos de contacto.
Fuente: Infobae