Michael Dunne analiza el explosivo crecimiento de las exportaciones de automóviles de China y lo que significa para los fabricantes, concesionarios y proveedores globales.
Una de las historias más importantes en el comercio minorista de automóviles en 2025 es la acelerada influencia de China en los mercados mundiales. Michael Dunne, CEO de Dunne Insights y presentador del pódcast Driving with Dunne, se une a nosotros en el último episodio de Inside Automotive para analizar qué significa la rápida expansión de los fabricantes chinos para fabricantes, concesionarios y proveedores de cara a 2026.
China ha pasado de ser un exportador marginal para convertirse en una fuerza global en solo cinco años. Dunne afirmó que los fabricantes chinos exportaron aproximadamente 1 millón de vehículos anualmente en 2020, pero en solo cinco años esa cifra se sitúa entre 7 y 8 millones de unidades, superando los niveles máximos de exportación históricamente alcanzados por Japón y Alemania. Dunne describió el crecimiento como sin precedentes, señalando que ningún otro país ha escalado las exportaciones tan rápidamente.
Aunque los vehículos chinos siguen estando en gran medida ausentes de los concesionarios estadounidenses, están ganando terreno rápidamente en otros lugares. Dunne identificó a México como el mayor destino para las exportaciones chinas, con cientos de miles de vehículos entrando en el mercado. En el Reino Unido, las marcas chinas ya representan alrededor del 13% de las ventas de vehículos nuevos, cifra que Dunne dijo podría alcanzar el 30% en un año. Un crecimiento similar está ocurriendo en Australia, el Sudeste Asiático y Oriente Medio.
Presión interna
En China, el mercado se ha vuelto intensamente competitivo, y Dunne describe el entorno como una guerra de precios en la que pocos fabricantes de automóviles son rentables. BYD, el mayor fabricante de automóviles del país ha visto disminuir las ventas nacionales durante tres meses consecutivos en medio de las ganancias de cuota de mercado de los competidores. Como resultado, los fabricantes chinos están orientándose hacia el exterior, donde las exportaciones ofrecen márgenes más sólidos y oportunidades de crecimiento.
Según Dunne, los fabricantes japoneses están absorbiendo la mayor parte del impulso exportador de China, especialmente Nissan y Honda. Aunque Toyota ha mantenido su posición hasta ahora, la presión aumenta. Las marcas coreanas también se ven afectadas, aunque en menor medida. Por el contrario, Dunne señala que los fabricantes estadounidenses están menos expuestos porque en gran medida se han retirado de muchos mercados globales fuera de Norteamérica.
"Los estadounidenses también estarían sufriendo, pero la realidad es que GM, Ford y Stelantis se han retirado en gran medida de la mayoría de los mercados globales."
Los fabricantes chinos atraen cada vez más compradores, principalmente debido a precios competitivos y a la mejora de la calidad de los vehículos. Dunne destacó esto, citando ejemplos como la pickup híbrida enchufable Shark de BYD, que cuesta entre 40.000 y 45.000 dólares en México, y coches urbanos más pequeños y asequibles que partían de unos 20.000 dólares. Además, Dunne destaca la asequibilidad como un gran atractivo, especialmente en comparación con el precio medio de vehículos nuevos en EE. UU., que se acerca a los 50.000 dólares.
Las marcas chinas ganan impulso
Cabe destacar que Dunne identificó tres fabricantes chinos a vigilar en 2025: Xiaomi, Xpeng y Leapmotor. Xiaomi, conocida principalmente por su electrónica de consumo, ha ganado rápidamente terreno con vehículos eléctricos con estilo. Xpeng está expandiéndose mediante asociaciones con Volkswagen, mientras que Leapmotor trabaja con Stellantis para entrar en mercados europeos y globales.
Además, el superávit comercial de 1 billón de dólares de China está generando alarmas entre los gobiernos, especialmente en Europa, donde los funcionarios están preocupados por una avalancha de importaciones de bajo coste. Dunne afirmó que los aranceles siguen siendo una palanca clave de política, pero las reacciones han sido moderadas en algunas regiones porque el acceso al mercado estadounidense sigue siendo muy rentable para los fabricantes extranjeros.
¿Qué sigue?
De cara al futuro, Dunne dijo que es probable que uno o dos fabricantes chinos comiencen a fabricar en Norteamérica en un plazo de cinco años, posiblemente a través de empresas conjuntas con marcas estadounidenses. Afirmó que las empresas chinas están dispuestas a priorizar la cuota de mercado a largo plazo sobre la rentabilidad a corto plazo y que probablemente ubicarían la producción en estados del sur para gestionar los costes.
No obstante, Dunne considera el auge de los fabricantes chinos como un cambio estructural en la industria automovilística global. Estas marcas, caracterizadas por bajos costes de producción, ciclos de desarrollo rápidos y software sofisticado, están obligando a los fabricantes consolidados a reevaluar fundamentalmente sus estrategias. Por ello, Dunne subraya que, para los fabricantes y concesionarios estadounidenses, el principal reto en 2026 será la rapidez de su adaptación a la intensificación de la competencia global.
Fuente: CBT News
